Nuestro ministerio juvenil sigue enfocado en ayudar a nuestros estudiantes a comprender cómo la Biblia se relaciona con sus vidas. Recientemente, los llevamos en una serie de cuatro meses sobre la historia de José.
Esta historia representa vívidamente la gran verdad de que “todas las cosas cooperan para el bien de los que aman a Dios” (Rom. 8:28).
Escucha a los pastores juveniles y a los estudiantes de Cadaniño sobre el impacto que tuvo.
Luigi, Pastor Juvenil, San José Pinula
“Nuestra serie de 12 semanas sobre la vida de José tuvo un impacto profundo en nuestros jóvenes. Nos enfocamos cuidadosamente en cada parte de su historia para que los estudiantes pudieran identificarse con lo que José estaba viviendo. Este enfoque claro nos permitió trabajar a través de emociones que de otro modo pasarían desapercibidas al ver solo la historia en su conjunto.
Les dio a nuestros jóvenes un espacio seguro para procesar sus propias vidas al estudiar una historia bíblica que, en muchos aspectos, es muy similar a lo que ellos viven, y los equipó con el lenguaje emocional necesario para expresar lo que sienten.
Muchos estudiantes vinieron a pedir oración o consejería cuando comenzaron a darse cuenta de que mucho de lo que José atravesó era similar a sus propias experiencias.
Algunos saben exactamente lo que se siente ser traicionado por las personas que se supone que los aman. Comprenden lo que es ser odiado debido a circunstancias familiares que están fuera de su control.
Desde la primera lección, donde nos enfocamos en el contexto de la historia y en la complicada historia de las esposas de Jacob, muchos adolescentes se conectaron con la historia, viéndola como propia.
A lo largo de la serie, hablamos de cómo José fue odiado, incomprendido, traicionado, esclavizado, bendecido, tentado, encarcelado y olvidado. Finalmente, después de muchas experiencias difíciles, se le da la oportunidad de interactuar con quienes le hicieron daño y debe elegir entre la venganza y el perdón.
Afortunadamente, él elige perdonar a sus hermanos y entender que Dios guió su vida por este camino para el bien de su familia.
Cada semana, los estudiantes usaban una pequeña pulsera de lana que les servía como recordatorio para orar sobre la emoción que estábamos tratando en clase.
Al final de la semana, colgaban su pulsera de colores en una túnica de madera, animándolos a soltar esa experiencia negativa y a intentar ver la perspectiva positiva de José respecto a lo que sentían.
Al final de la serie, teníamos una túnica multicolor, muy parecida a la de José, que es un testimonio del valiente trabajo emocional que cada adolescente hizo durante estos meses para perdonar, soltar y sanar.
Muchos de los adolescentes se sienten incomprendidos o traicionados, y esta fue una oportunidad perfecta para abordar esos problemas del corazón y ver cómo Dios sana hasta las almas más rotas. Hubo estudiantes que quisieron perdonar a quienes los habían descuidado o incluso abusado de ellos. Fue increíble ver corazones transformados por el Evangelio y observar cómo aprendían que el perdón de Dios los capacita para perdonar a otros.
Esta serie fue una oportunidad increíble para conectar con los estudiantes en sus propias experiencias y hacer que participaran activamente en su crecimiento y sanidad.”
Luke, Pastor Juvenil, Santa Fe
“Esta serie fue un recorrido por la última parte de Génesis, siguiendo la historia y las emociones de José mientras enfrenta constantemente pruebas y sufrimientos que no fueron su culpa.
Cada semana nos enfocamos en una emoción específica que José sintió en un momento de su historia y buscamos conectar eso con las vidas de los niños y con el Evangelio.
Muchos estudiantes pueden identificarse con el sentimiento de haber sido abandonados o heridos por personas que se suponía que debían amarlos. Lidian con el abandono de quienes deberían cuidar de ellos. Son incomprendidos por quienes deberían escucharlos y juzgados injustamente cuando realmente intentan hacer las cosas bien.
Las pulseras que usaban y luego dejaban en la túnica fueron una forma de entregar a Dios lo que les pesaba.
Al cerrar la serie, hablamos de que, aunque hubo personas que hicieron cosas muy malas a José—sus hermanos al venderlo como esclavo y su amo Potifar al encarcelarlo—, Dios siempre estuvo ahí, obrando detrás de escena de maneras que José no podía concebir ni comprender en ese momento, para cumplir Su voluntad perfecta.
Dios a menudo usa los momentos más difíciles y oscuros de nuestra vida para moldearnos y llevarnos al lugar donde necesitamos estar.
Para los niños a quienes servimos, no son sus familias rotas, los abusos que han sufrido o la pobreza y dificultades que viven lo que los define. Es un Dios que los ama profundamente y tiene un plan para sus vidas, eligiendo esto para ellos porque sabe que cumplirá Su propósito.
Aun sabiendo esto, las dificultades que enfrentamos no son fáciles y a menudo duelen, pero podemos confiar en un Dios que demostró que, así como nunca abandonó a José, tampoco nos abandonará a nosotros.
Ha sido increíble ver el impacto en la vida de los estudiantes, al darles voz y palabras para expresar sus sentimientos. Nos permitió hablar de temas específicos que sabemos que afectan directamente a nuestros estudiantes.
La túnica de José representa a cada uno de nuestros estudiantes, lo que han pasado y los sentimientos con los que han luchado. Pero también es un recordatorio de Dios, quien es fiel, siempre está en control y cuida de nosotros, tal como lo hizo con José.
Cada hilo en esa túnica representa a un estudiante y un alma. Ese hilo ha viajado con cada niño a sus hogares. Sirve como recordatorio de sus oraciones y de lo que han vivido. Es un reflejo de sus corazones rotos.
Corazones que, esperamos, a través de esta serie, han dado un paso más hacia la comprensión de que son profundamente amados y que, ya sea en un trono, en la cárcel o en el fondo de un pozo, nunca están solos.”
Reacciones de nuestros estudiantes
J., 15 años: “A través de esta serie estoy aprendiendo a perdonar, así como aprendimos que José lo hizo. Él no quiso guardar rencor hacia sus hermanos, aunque lo vendieron como esclavo. Perdonar es bueno porque Jesús nos invita a perdonar a otros así como Él nos perdonó. Aprendí que Dios me envió a este mundo con un propósito, aunque a veces me pregunto por qué me envió si no sirvo para nada. Pero Él nos ama mucho y quiere que sigamos Sus mandamientos, que lo busquemos y que enseñemos a otros sobre Él, tal como dice en Marcos 16:15: ‘Id por todo el mundo y predicad el Evangelio.’”
M., 15 años: “En la serie sobre José hubo muchos temas con los que me identifiqué, por ejemplo: ‘odiado, encarcelado y esclavizado’. Odio hacia mí misma, estar encarcelada por mis pensamientos y sentirme esclavizada por mis acciones. Sé que no soy perfecta, pero trato de hacer el bien, aunque estoy cansada. A veces me cuesta entenderme, pero he aprendido que está bien no estar bien. Durante muchos años reprimí mis pensamientos y sentimientos para que nadie supiera por lo que estaba pasando. Pero mientras más me reprimo, más me lastimo. Está bien llorar, puedo llorar. Aunque no me haya sanado completamente, me siento mejor ahora. La serie sobre José me ha ayudado mucho.”
E., 14 años: “Hoy quiero ponerme en la posición de perdonar. Siento en mi corazón que debo perdonar y dejar atrás todo lo que pasó entre mí y alguien que me lastimó. Si algún día necesitan algo de mí, estaré ahí para ayudar. Me he liberado del odio que guardaba hacia ellos. Gracias, Dios, por ayudarme a llegar aquí. Gracias por ayudarme a entender que, si quiero ser perdonado, también necesito perdonar.”
Dios tiene un propósito al colocar a nuestros estudiantes en sus familias específicas, en su comunidad particular, con desafíos a su alrededor. No sabemos qué trayectoria tomarán sus vidas, pero hay algo de lo que estamos seguros:
Cada uno de ellos ha sido llamado por Dios, escogido para la redención y restauración, adoptado en Su familia y comisionado para llevar la luz y la esperanza del Evangelio a las comunidades en las que Él los ha colocado.
En Cadaniño, nos sentimos bendecidos de ser parte de este proceso.
