En Cadaniño, nuestra filosofia de servicio se encuentra arraigada en esta creencia:
¡CADA…NIÑO…IMPORTA!
Es por eso que nuestro nombre es Cada Niño y este enfoque dual es increiblemente importante para lo que hacemos.
Cada niño en nuestro programa importa, y queremos asegurarnos de que todos tengan las oportunidades y recursos necesarios para descubrir, aceptar y desarrollar sus dones dados por Dios al máximo de su potencial, como una manera de glorificarlo en todos los aspectos de sus vidas.
Sin embargo, también entendemos que cada niño importa como persona, y queremos que se sientan amados, valorados y comprendidos como individuos.
Juan 3:16 es una de las mejores formas de entender esto:
“Porque de tal manera amó Dios al mundo (a todos) que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel (cada uno) que en Él cree no se pierda, mas tenga vida eterna.”
Dios amó a todos... pero Dios también me amó personalmente.
Dios ama a cada niño... y Dios ama a todos los niños.
Todos... y... Cada uno.
Entonces, ¿qué se necesita para lograr esto?
Significa que nuestro equipo debe conocer personalmente a cada niño y comprender que cada uno posee un potencial único. Implica apoyarlos individualmente al enfocarse en su singularidad y aceptar que cada niño es una mezcla excepcional de dones, talentos y necesidades. Requiere que, como maestros, nos dediquemos a nutrir estas diferencias, reconociendo que cada niño tiene algo especial que aportar, tanto como individuo como parte de un equipo. Y asegurarnos de que cada aspecto de nuestros programas extraescolares esté diseñado para proporcionar un entorno seguro y de apoyo donde puedan crecer espiritualmente, educativamente y físicamente.
Se trata de ayudar a los maestros a comprender que su impacto en la vida de un niño es mayor cuando realmente se toman el tiempo para conocer a cada uno y se esfuerzan por satisfacer sus necesidades individuales. Sin embargo, este impacto solo puede surgir de una comprensión sincera de cada niño como persona, quiénes son y qué necesidades tienen. Por eso enfatizamos la importancia de que nuestros maestros conozcan personalmente a cada niño, animen sus dones dados por Dios, atiendan sus necesidades espirituales, educativas y físicas, y les enseñen a usar sus habilidades para servir a otros. Esta atención individual asegura que ningún niño pase desapercibido y que cada uno reciba el apoyo y el ánimo que necesita para prosperar.
Es una parte fundamental de nuestra identidad, y trabajamos para asegurarnos de que quede claramente transmitida a todos en nuestro equipo.
Mientras nos esforzamos por enseñar, guiar e instruir intencionalmente a nuestro personal en esto, cada maestro debe, en última instancia, adoptar una comprensión personal para vivirlo.
Me sentí especialmente alentado por la siguiente carta de una de mis maestras, demostrando que “lo ha entendido”.
Por Jhoseline Pérez, Maestra de computación SJP
"Este año, he sido testiga de cambios notables en los estudiantes y he visto cómo lo que hacemos impacta significativamente en sus vidas.
Algo que he notado es que nuestros estudiantes necesitan más que solo una clase o instrucciones sobre qué hacer.
Necesitan amor, atención y alguien que les demuestre que les importa. Darme cuenta de esto me permitió pensar en lo que cada uno de ellos personalmente necesitaba escuchar de mí. Vi lo increíblemente motivador que era para ellos cuando les animaba diciendo 'Tú puedes', les decía que habían hecho un trabajo 'Bien hecho', les expresaba 'Creo en ti', y les felicitaba con un 'Felicidades' cuando hacían un buen trabajo. Realmente cambió la forma en que trabajaban.
Me di cuenta de que algunos estudiantes nunca habían recibido antes ese tipo de ánimo o motivación en sus vidas. Incorporar esto en mi rutina diaria les ayudó a aprender a confiar en sí mismos. Saber que hay personas que se alegran por sus logros y que realmente estamos interesados en ellos como individuos marca una gran diferencia.
Comprender esto y ver cómo un cumplido, un abrazo o una muestra de interés puede cambiar significativamente la vida de alguien ha impactado mi vida y la manera en que trabajo e interactúo con los estudiantes.
He visto cómo los estudiantes han comenzado a expresar su gratitud, no solo por la clase o por ser estudiantes en Cadaniño, sino también por la atención personal que les damos y por cómo los tratamos con cariño en las clases.
Escuchar esto me hizo valorar mucho más mi trabajo y reforzó mi compromiso de ayudar personalmente a cada estudiante.
Realmente me conmovió cuando, durante una visita a casa reciente, un estudiante expresó que le gustaba más la clase de computación porque los maestros enseñaban con tanto amor y disfrutaban pasar tiempo con ellos. Lo que más me inspiró fue cuando le preguntaron qué quería ser de grande, y dijo que quería ser profesor de computación como yo. Este momento de esperanza e inspiración me hizo darme cuenta de cuán profundamente lo que hacemos cada día impacta en la vida de nuestros estudiantes.
Puedo ver que Cadaniño no es solo una fundación que ayuda académicamente a los estudiantes; es un refugio para muchos niños que vienen cada día y un lugar donde se sienten seguros. Por eso es tan importante que busquemos darles el amor, comprensión, ayuda, dedicación y atención que necesitan personalmente para ver cómo Dios los ama y que sepan que tienen un padre espiritual con los brazos abiertos, atento a sus vidas y necesidades."
"Es increíble ver cómo un miembro del equipo llega a entender y abrazar nuestra misión de una manera tan personal. También es maravilloso ver que comprende que el 'Por qué' detrás de nuestra misión está profundamente arraigado en el Evangelio y en nuestra fe.
El Evangelio es la Buena Noticia: Dios amó al mundo, a todos, y también me amó a mí, personalmente, tanto que envió a su Hijo a morir en la cruz para que yo pudiera ser redimido, restaurado y tener una relación personal con mi Padre celestial. Él hizo algo por mí que yo no podía hacer por mí mismo y me ha capacitado para amar a otros como Él me amó primero. Es la encarnación de esta creencia lo que impulsa nuestro compromiso con cada niño bajo nuestro cuidado, asegurándonos de que sea visto, valorado y empoderado para alcanzar su máximo potencial, para que así pueda llevar una vida que glorifique a Dios.
Sinceramente, Timothy Martiny, Presidente, Cadaniño"
¡Únete a Cadaniño hoy y transforma vidas para la eternidad!