A medida que Timothy y Sharie Martiny, los fundadores de Cadaniño, completan su 21° año como misioneros sirviendo en Guatemala, pensamos que podría ser interesante compartir una perspectiva externa de alguien que caminó a su lado y tuvo una visión única del proceso que llevó a la creación de lo que ahora es un exitoso programa extracurricular que capacita a maestros locales para impactar vidas innumerables y traer cambios duraderos para la eternidad.
Por el Dr. Robert Little, miembro de la junta de Cadaniño INC.
Hace unos 15 años, escuché a Tim Martiny hablar en un grupo de estudio bíblico local. Con palabras humildes, explicó el ministerio que él y su esposa realizaban con los niños en un orfanato en Guatemala. Tim tenía un entusiasmo contagioso por los preciosos niños con los que él y su familia trabajaban. Habiendo realizado varias salidas de misión a corto plazo por toda América Central, me sentí atraído por su trabajo en desarrollo con estos jóvenes tan necesitados. Estaba haciendo cosas que yo había soñado hacer, y comencé a apoyar sus esfuerzos.
Con el tiempo, comencé a ver una imagen intrigante de la compasión aplicada con amor y fidelidad a niños que luchaban por sobrevivir en un mundo caótico. A medida que perseveraban en su ministerio, se hizo evidente que la mayoría de los niños en los orfanatos de Guatemala no eran huérfanos, sino que habían sido colocados allí debido a los recursos inadecuados de los padres, abuso o negligencia.
Después de apoyar durante algunos años, quise ver el ministerio de primera mano, así que viajé a Guatemala y pasé tiempo con Tim, Sharie y su encantadora familia de 6 hijos. Vi el maravilloso trabajo que estaban haciendo enseñando a niños vulnerables. A través de estudios bíblicos regulares, clases de cocina, carpintería, informática y tiempo personal, ministraban a niños que realmente necesitaban el amor de Dios.
Tim instaló un taller de madera en el orfanato donde los niños fabricaban bolígrafos de madera para la venta. Las ganancias se guardaban en cuentas individuales para el futuro de los niños. Observando las limitaciones de tiempo de Tim en la enseñanza, propuse que los niños mayores instruyeran a los más pequeños. Este enfoque liberó el tiempo de Tim y mejoró la comprensión de los niños mayores, y el mantra de enseñanza "Ver uno, hacer uno, enseñar uno" se convirtió en un método central en todos sus esfuerzos.
Con el tiempo, el ministerio cambió su enfoque para abordar las causas fundamentales del problema "huérfano" al involucrarse directamente con las familias en los barrios donde viven.
En mi siguiente visita, Tim y Sharie habían comenzado a trabajar con una pequeña escuela en la empobrecida Colonia Santa Fe. Reutilizaron un garaje, que mi hijo y yo ayudamos a restaurar, para convertirlo en un centro de formación que más tarde se convertiría en Cadaniño. Sus principales objetivos eran la guía espiritual, el apoyo académico, incluyendo habilidades informáticas, y el empoderamiento de las familias. Reclutaron a Eduardo, un maestro de la comunidad, para gestionar estos esfuerzos educativos.
Con el tiempo, Cadaniño amplió su ministerio de un maestro en un pequeño garaje a dieciséis empleados a tiempo completo, casi todos miembros de la comunidad, en dos centros comunitarios mucho más grandes en Colonia Santa Fe y San José Pinula, sirviendo a cientos de estudiantes y sus familias.
Estos son los resultados visibles exteriores. La verdadera historia está en el interior. Cada programa ha sido precedido por muchas oraciones de los Martiny y su personal y sus seguidores. Cada paso se ha tomado con gran fe, a menudo con suficiente dinero para pagar el pago inicial del alquiler o el primer mes de salario, pero sin dinero para los gastos operativos o el alquiler de los meses siguientes. Dios ha proveído milagrosamente, a menudo en el último minuto.
Aún más importante son las vidas que están siendo tocadas y transformadas por el ministerio. Niños y adolescentes entran en un entorno seguro desde hogares profundamente rotos y circunstancias de vida amenazantes. En algunos barrios, los niños de un lado de la calle no pueden jugar con los niños del otro lado. Pero, en Cadaniño, ambos pueden aprender en un espacio seguro y de apoyo donde sus miedos y llantos son vistos y escuchados. Sus vidas son apoyadas y entrenadas sistemáticamente para el éxito futuro. Los niños se están graduando de la secundaria donde antes el nivel promedio de grado alcanzado para todos era solo el cuarto grado. Los graduados están obteniendo pasantías en empresas de tecnología, superando a estudiantes de mejores escuelas y grupos socioeconómicos más altos. Creo que recién estamos comenzando a ver hasta dónde pueden llegar los estudiantes en sus estudios y carreras futuras.
Las familias están siendo fortalecidas; las madres solteras encuentran ayuda para criar a sus hijos. Los padres asisten a eventos especiales para sus hijos en números impresionantes, las familias en crisis están siendo atendidas, y los estudiantes están aprendiendo a servir a los demás y a vivir el mandato bíblico de alcanzar a las viudas y huérfanos.
Sobre todo, se satisfacen las necesidades espirituales a diario. El personal es extremadamente sensible con los niños en crisis y aquellos visiblemente afligidos. Es una práctica habitual identificar a los estudiantes con necesidades particulares y reunirse con ellos en privado para discutir sus necesidades de manera confidencial y orar por ellos. Se hace un gran esfuerzo para proporcionar el apoyo necesario.
El Evangelio es claramente central y se presenta de muchas maneras. Los principios fundamentales del carácter espiritual se enseñan a través de expresiones personales de cuidado y ejemplos de amor, ejemplos simbólicos de rasgos de carácter bíblico positivo e interacción con los estudiantes en diversos contextos, entornos y métodos de enseñanza.
Una cosa clave de los programas de Cadaniño es que la filosofía bíblica enseñada en 2 Tim 2:2 de enseñar a otros para que enseñen a otros ha sido implementada con éxito entre los maestros y los estudiantes. Si solo practicáramos esta misma idea en el ministerio de la iglesia, veríamos un crecimiento exponencial en nuestras iglesias.
Un último punto es muy conmovedor. Le pregunté a Eduardo sobre la amenaza de la violencia de las pandillas hacia el centro de Cadaniño en Santa Fe. Me dijo que han sido salvados mientras la violencia aumenta en la comunidad. Probablemente porque los miembros de las pandillas saben lo que Cadaniño está haciendo por los niños de la comunidad, particularmente por sus propios hijos, y están agradecidos, respetan y valoran lo que Cadaniño hace y no querrán ponerlo en riesgo.
Eso significa que Cadaniño no solo tiene respeto de las pandillas, sino también el respeto de la comunidad, algo que es increíblemente difícil de lograr de manera intencional y es un activo inusualmente valioso. Puede usarse como palanca para comenzar una mayor labor en la comunidad. Cadaniño tiene una oportunidad única para entrar en una nueva fase de influencia divina en una comunidad profundamente empobrecida. Sin embargo, ese es también un paso gigante y desafiante que no se toma a la ligera. Pongan esto en su lista de oraciones como un punto para la consideración divina.
Durante una charla en Cadaniño, noté a una adolescente angustiada. No pude hablar con ella inmediatamente, así que la encontré en un salón de computadoras con la ayuda del pastor juvenil. Oramos juntos en privado, sus lágrimas evidenciaban el dolor que no estaba lista para discutir. El personal continuará apoyándola, mostrando la fortaleza del ministerio para involucrarse personalmente con los estudiantes.
Les insto a que oren por el personal de Cadaniño, los estudiantes y las familias que sirven. Es un trabajo increíblemente importante el que están realizando. También oren por la orientación de los Martiny y de la junta para el apoyo financiero y el crecimiento del ministerio.
Creo que este ministerio continuará haciendo cosas asombrosas para Dios.
¡Únete a Cadaniño hoy y transforma vidas para la eternidad!
